La Aromaterapia es la utilización de los aceites esenciales con finalidad terapéutica. Proviene de la Fitoterapia, que se basa en el uso de las plantas con finalidad terapéutica, y que ha sido utilizada tradicionalmente en todas las culturas desde la antigüedad.
Es importante distinguir entre Aromaterapia y Aromacología, ya que la Aromacología no solo utiliza aceites esenciales, sino que utiliza todos los aromas sin tener en cuenta que su procedencia sea sintética y los efectos que puedan producirnos.
En la Aromaterapia solamente se utilizan aceites esenciales, que son mezclas complejas de compuestos químicos naturales generados por las plantas en sus glándulas secretoras.
Las familias más evolucionadas de plantas generan aceites esenciales en función de sus necesidades para la supervivencia, por eso, los aceites esenciales generados por cada planta son diferentes, no solamente por su genética, sino también por el ambiente donde se encuentran, como la temperatura, horas de sol, humedad, propiedades del suelo, depredadores…
El Quimiotipo es el concepto que define la “raza química” del aceite esencial, es decir, la proporción de componentes mayoritarios que definirán sus propiedades.
Los aceites esenciales tienen propiedades terapéuticas físicas, emocionales y energéticas. Al utilizar aceites esenciales es fundamental conocer sus efectos y especialmente, sus contraindicaciones, interacciones con medicamentos y con la exposición solar.
También es fundamental conocer su dosificación, tanto por la concentración y cantidad en un solo uso, como en el uso continuado en el tiempo, ya que los aceites esenciales pueden producir toxicidad si no se utilizan de forma correcta.
Los olores se procesan en el sistema límbico, que es una de las zonas más primitivas del cerebro, ya que sus funciones principales son la preservación del organismo y la especie. El sistema límbico es el responsable principal de la vida afectiva y de los procesos de memoria y aprendizaje.
Cada persona ha tenido su propio proceso de aprendizaje y experiencias previas, y ese es el motivo por el que los olores no afectan de la misma manera a todas las personas, pero hay coincidencias que están muy comprobadas científicamente mediante abundantes experimentos.
Nuestro cerebro procesa los olores mucho más rápido que otros estímulos debido a que los aromas estimulan la producción de dopamina.
El mundo de la Aromaterapia es apasionante, no solo por sus propiedades terapéuticas físicas, sino también por las propiedades emocionales, energéticas, por su infinidad de combinaciones posibles, y por ser muy agradable y reconfortante.
En mis sesiones terapéuticas, utilizo la Aromaterapia como complemento terapéutico, tanto por las propiedades olfativas de los aceites esenciales al inhalarlos, como por sus propiedades físicas en el quiromasaje, el drenaje linfático manual, la reflexoterapia, etc.
En la aplicación en la piel, siempre hay que tener en cuenta la concentración adecuada, ya que se diluyen en aceites vegetales, como el aceite de almendras dulces, el aceite de pepita de uva, entre otros, que deben ser siempre de buena calidad, ya que se absorben por la piel.
Además, insisto, siempre hay que tener en cuenta las contraindicaciones que presente la persona que recibe el tratamiento, así como su posible exposición solar posterior en el caso de los aceites esenciales fotosensibilizantes.
Me formé en Aromaterapia, en Espai Manual, con la profesora Marifé López, bióloga y terapeuta manual, en el año 2025. Previamente, en el Máster de Enfermería Naturista, realizado en el COMB y COIB y acreditado por la UAB, UB y CEC, en el año 2014, ya me dieron bases de Aromaterapia la Dra. Gemma Baulies y la enfermera Rosa M. Torres.
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