El Vendaje Neuromuscular, también llamado Kinesiology Tape, Medical Taping Concept, o por sus nombres comerciales Kinesio® Tape, Kinesio® Taping, etc., es un sistema de vendaje que tiene por objetivo el tratamiento de lesiones musculares, articulares, tanto tendinosas como ligamentosas, neurológicas, y también inflamaciones y linfedemas.
Estimula el sistema neuromuscular y propioceptivo, activando el proceso de reparación desde su colocación, gracias a su capacidad drenante, de amortiguación en procesos inflamatorios, de activación de la microcirculación y por la cantidad de datos que aporta a la zona tratada.
Con el Vendaje Neuromuscular se consigue una movilidad total del músculo sin restricciones, a su vez, la función muscular promueve la activación de procesos naturales de autocuración.
También tiene efecto analgésico. Tanto la descompresión del espacio intersticial que consigue el efecto de drenaje linfático del vendaje, como la activación de la microcirculación que produce, influyen en los nociceptores, que son las terminaciones nerviosas encargadas de la transmisión del dolor. Además, activa el sistema de analgesia natural del organismo, que consta de endorfinas, encefalinas y otras sustancias.
Es un vendaje que se puede mojar, es transpirable y duradero. Es conveniente mantenerlo 4 días como mínimo, y hasta 4 días más adicionales si no hubiera molestias en la piel y siguiera en buenas condiciones.
Se puede combinar con otros sistemas de vendaje, como, por ejemplo, el Vendaje Funcional; y también con otros tratamientos físicos, como, por ejemplo, el Quiromasaje o el Drenaje Linfático Manual, previo a su colocación, pero, importante, la piel debe estar seca y sin cremas o aceites antes de su colocación, así como sin vello que dificulte su adhesión a la piel.
Hay que tener en cuenta que también tiene contraindicaciones, por lo que es necesario conocer la técnica para aplicarla.
Fue creado en los años 70, en Asia, especialmente promovido en Japón y Corea y hoy en día ampliamente utilizado en occidente. El Dr. Kenzo Kase, quiropráctico japonés, lo desarrolló aplicando al vendaje conceptos Kinesiológicos. Su concepción global del tratamiento lo distingue de los demás vendajes.
Las vendas del Vendaje Neuromuscular llaman la atención porque son adhesivas y de colores. No contienen Látex, son hipoalergénicas y están compuestas 100% de algodón. El pegamento utilizado suele ser Cyanoacrilato de uso médico.
Tienen un 10% de preestiramiento y se les puede aplicar hasta un 140-160% de estiramiento adicional en sentido longitudinal, a modo de segunda piel, pero son inelásticas en sentido transverso. La superficie de contacto con la piel presenta unas ondulaciones tipo “S”.
Debido a estas dos características (la elasticidad longitudinal y las ondulaciones serpenteantes) en algunos vendajes se forman “convoluciones”, es decir, arrugas características del método, que consiguen aumentar el flujo sanguíneo y la información en la zona al levantar la piel en esas arrugas.
Una vez colocada la venda, se activa por medio del calor al frotarla. Esta es la razón por la que con el paso de los días apenas pierde propiedades, ya que el propio calor del cuerpo la mantiene activa.
Debido a su origen asiático, hay detalles que se contemplan dentro de su tradición. Las puntas de la venda se redondean antes de colocarla, no solamente para asegurarnos una mayor durabilidad del vendaje, sino también por la máxima del Feng Shui “la energía se escapa por las esquinas”. El color de la venda también es elegido en función de si se quiere concentrar (color cálido) o dispersar (color frío) la temperatura, según el tipo de lesión o dolencia a tratar.
También se puede complementar al Vendaje Neuromuscular la aplicación de los Cross Tape, que son unas tiras cruzadas en malla, no elásticas, que colocadas en la piel, tienden a desactivar los puntos gatillo miofasciales al restablecer la bioelectricidad del organismo en esa zona. Se pueden dejar colocados entre 5 y 7 días, ya que también se pueden mojar.
Me formé en Vendaje Neuromuscular en Espai Manual, en el 2021, con los profesores Arseni Sánchez y Marifé López.
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